Estuve en este hotel el año pasado (septiembre de 2004) y lo que más destacaría de él es su relación calidad-precio, sobretodo si viajas en septiembre puesto que los precios son extraordinariamente bajos.
La habitación era algo pequeña ya que estaba abuhardillada y se hacía algo claustrofóbica. Recomiendo a los que se alojen en este hotel que intenten hacerse con otra habitación que no sean las buhardillas para evitar estrecheces.
El baño tenía el mismo problema, muy pequeño y de bastante difícil acceso a personas de más de 1,70m de altura.
El mobiliario era normal, con aspecto rústico y bastante limpio. En la habitación contábamos con una cama de matrimonio, dos mesillas, tv y un par de sillas. El armario también era pequeño y se hacía difícil alojar en él la ropa de toda una semana.
En cuanto al desayuno (nos alojamos en regimen de A.D.) contaba con lo justo, dulces, tostadas, galletas, café y leche. Echamos de menos los típicos zumos y embutidos que sí se encuentran en otros hoteles. De todas formas bastante bien, sin quejas importantes en este aspecto.
El exterior del hotel es muy bonito, con un gran parking, una terraza donde tomar algo y un río que pasa muy cerca.
Sin duda lo mejor del hotel (además de su precio en temporada baja) es lo privilegiado de su situación. Desde él se puede acceder en pocos minutos a cualquiera de los más bellos lugares de Asturias (Covadonga-7km, Ribadesella-15km, Poncebos-20km, Cangas de Onís-4km...)
Yo lo recomiendo para aquellos que puedan viajar en Septiembre o en Mayo (precios increibles) gastando muy poco y pudiendo ver lo mejor de la zona.