Hay cosas que la vida te obliga a aceptar. Por ejemplo, que no puedes caerle bien a todo el mundo. Es prácticamente imposible
Tampoco es que sea demasiado preocupante. Pero es una lástima. Es irritante. Te hace pensar en que los conflictos y las peleas son inevitables. En que todos estamos equivocados. En que la simpatía no es suficiente para fluidificar las relaciones sociales. En que todos somos animales de sangre caliente, llenos de testosterona y músculos letales.
Hay gente que me cae fatal, lo confieso. Por ejemplo:
- Los Cobardes y los Traidores
- Los Arrogantes y los Que-se-creen-muy-listos
- Los Misántropos y los Esquizoides
- Los Intolerantes y los Dogmáticos
- Los Pasotas y los Pasivos.
Lo cual no quita que yo mismo haya mostrado en ocasiones todas esas características.
También admito que en muchas ocasiones esto ocurre por mera defensa del ego. Me explico: una persona determinada puede representar para mí una verdad que yo no quiero aceptar (porque, de aceptarla - pienso en silencio - dañaría mi personalidad). Todo esto es altamente místico y falaz. Pero no deja de ser evidente, por lo menos a mis ojos. Es un mecanismo de auto-defensa instintivo. Un mecanismo que funciona merced al siguiente pseudo-algoritmo:
Todo lo que constituya una amenaza para lo-que-yo-soy debo rechazarlo
Más claro, agua.
Y, por supuesto, es más fácil criticar a los demás que a uno mismo. La gente intenta aumentar su auto-eficacia de forma constante, cueste lo que cueste. Ocurre entonces que las personas se pisotean las unas a la otras. Ley de vida, dicen, verdad pura y dura. No sé. Es cierto que muchas personas son como son por causas ajenas a ellas mismas, Eso no quita que algunos comportamientos resulten molestos.
La pregunta es: ¿qué hacer cuando topamos con personas que nos parecen desagradables? Veamos algunas propuestas paralelas:
1) Contar hasta diez (un método clásico)
2) Valorar lo positivo del antagonista
3) Ejercer paciencia y tolerancia
4) Pensar que el antagonista puede cambiar
5) Pensar que el conocimiento social recíproco es muy escaso
6) Contar hasta diez (otra vez, nunca viene mal)
7) Situar el antagonista en su contexto
Propuestas que, en el fondo, no son más que ejemplos de racionalización y resistencia. Los seres humanos somos tremendamente contradictorios (y nos olvidamos que la persona antipática es una persona que tiene problemas, como nosotros).
Puede que el ser humano sea bueno por naturaleza, pero que los errores sociales se perpetúen. O quizá la humanidad sólo sea una manada de bestias sedientas de sangre que sólo se moderan cuando existe una presión social. Posiblemente la verdad sea una mezcla de ambas afirmaciones
mirate muy dentro con sinceridad y te daras cuenta cual es la falla